miércoles, 17 de marzo de 2010

EL CUADRO


Allí se halla él de pie frente al mar, contemplando la delicada brisa que choca suavemente con su cara.
Allí se encuentra, tan plácido y saciado de soledad que al parecer no le hace falta nadie, y sus únicos pensamientos solo se desvanecen en un mundo de nada.
Entre tanto lo observo, me nace la impaciente necesidad de poder compartir junto él esa misma soledad y vacío profundo....
....tal vez, si llegase a sentir lo mismo que él siente, o si tan sólo habitara con el aquel lejano lugar, escondido en la imagen del cuadro que cuelga en mi habitación.

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